Aunque
las computadoras llevan con nosotros dese hace medio siglo, las raíces de estos
dispositivos se extienden mucho más allá de cuando Charles Babbage concibió la
máquina analítica en 1823. Estas extraordinarias máquinas están construidas
sobre siglos de esfuerzo intelectual. Las computadoras nacieron por la
necesidad humana de cuantificar. La flexibilidad de la computadora no se
encuentra en el hardware, el secreto está en el software, también llamados
programas, que son las instrucciones que le dicen al hardware cómo transformar
el dato de entrada en la salida adecuada. En la Segunda Guerra Mundial se
construyó una máquina capaz de calcular tablas de trayectorias para las nuevas
armas.
Los tres
dispositivos que definen las tres primeras generaciones de computadoras son las
válvulas de vacío, que albergan unos pocos conmutadores en un espacio similar
al de una bombilla, el transistor, que permitía a los ingenieros incluir la
misma circuitería en un paquete semiconductor que era pequeño, más frío y mucho
más fiable, y los chips de silicio, cuyos primeros ejemplares incluían varios
transistores en una <<manchita>> mucho más pequeña que un solo
transistor. Las computadoras han
evolucionado en su fiabilidad, tamaño, velocidad, eficiencia y costo. Desde su
inicio, todos los avances en la tecnología de las computadoras han presentado
ventajas similares sobre aquella a la que sustituía.
El
desarrollo del microprocesador por parte de los ingenieros de Intel provocó
cambios radicales e inmediatos en el aspecto, potencia y disponibilidad de las
computadoras. Actualmente un solo chip del tamaño de una uña puede contener el
equivalente a millones de transistores. La revolución de las microcomputadoras
comenzó a finales del 70 cuando compañías como Apple, Commodore y Tandy
presentaron computadoras de bajo coste y del tamaño de una máquina de escribir
tan potentes como los antiguos <<armarios>>. Antes de la revolución
de las microcomputadoras, la mayoría de la información que se procesaba era
realizada por mainframes, máquinas del tamaño de una gran sala. Los mainframes
y las supercomputadoras ofrecen más potencia y velocidad que las pequeñas
máquinas de escritorio, pero son mucho más costosas de mantener y operar con
ellas.
Los
servidores, las estaciones de trabajo, las computadoras personales y una gran
variedad de dispositivos portátiles ofrecen la potencia de procesamiento
necesaria a aquellos usuarios que no necesitan de las capacidades de un
mainframe.
Cuando
las computadoras personales comenzaron a sustituir a los mainframes, muchos usuarios
se dieron cuenta que tenían toda la potencia de computación que necesitaban en
sus escritorios. A pesar de ello también encontraron que enlazar algunas de
estas computadoras en una LAN (Red de área local, Local Area Network) o red
para abreviar, ofrecía muchas ventajas, cuando las máquinas se agrupaban podían
compartir recursos como dispositivos de almacenamiento, impresoras e incluso
capacidad de almacenamiento. La aparición de la tecnología de
telecomunicaciones permitió que las WAN (Red de área amplia, Wide Area Network)
no respetaran ni continentes ni océanos. Una computadora remota podía conectar
con una red a través de líneas telefónicas estándar usando un módem.
Las
computadoras y la tecnología de la información han cambiado al mundo de forma
rápida e irreversible. Nuestra civilización se encuentra en plena transición
desde una economía industrial a otra que podríamos llamar como era de la
información.
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